domingo, diciembre 05, 2004

Nos salimos!

No podría pasar por encima un día como este, en el que el deporte español sube a lo más alto. Nuestros tenistas consiguen la segunda Copa Davis y la selección española de fútbol sala vuelve a proclamarse campeona del mundo por segunda vez en su historia (curioso, ¿verdad?)



Lo siento mucho por Javi Rodriguez, Limones y compañía, pero levantarme a las 9 después de acostarme a las 6 de la mañana es, cuanto menos, complicado. Pero con Moya he estado ahi pegadito -al igual que lo estuve con Nadal- resignandome a animar a los mios frente a uno de mis tenistas (junto a Leyton Hewitt) preferidos.



Frente a Nadal estuvo el Roddick que todos conocemos, David venció a Goliat y nos dejo un partido precioso, digno de una final de Copa Davis y el 2-0 en el marcador. Hoy frente a Moyá había una especie de Riddick, unos saques potentes sin medir, fallos forzados por no aguantar y una exhibición de su increible, pero descontrolado brazo... un Roddick abatido por un genial Moyá que llevaba tiempo preparando este momento.



¡Bravo por todos vosotros! Para que luego digan que somos unos patanes...